Esta historia comienza cuando Xavi, propietario de la actual Adekua Sala de Biomecánica, nos pide realizar una intervención en los bajos de su vivienda para establecer su negocio dedicado tanto al trabajo con deportistas de alto nivel como el trabajo de fisioterapia. Se trabaja con un espacio reducido, ni siquiera 20 m2, donde se incluirá un programa que integre zona de baño / vestuario y zona de trabajo. El espacio debe ser completamente flexible y polivalente, generando pequeñas reservas de espacio para maquinaria y una movilidad máxima, ya que el propietario se ve obligado a evaluar las necesidades una vez iniciada la actividad. Se crea por tanto un prisma libre de trabas arquitectónicas, un espacio completamente abierto.

 

Este prisma horizontal de tres metros de ancho, tres metros de altura y casi seis metros de longitud, queda seccionado perpendicularmente por su eje más largo a través de finas láminas que forman; el acceso, con una corredera y un panel fijo de vidrio y marco de acero negro con soldadura vista, y la única división interior; el paramento de vidrio divisorio entre el baño y la zona de trabajo. Este muro de cristal genera una flexibilidad total del espacio, creando dos puertas laterales de vidrio sin marco, que pivotan respecto a los muros laterales para poder mover la maquinaria necesaria para las diferentes pruebas y crear el acceso al baño. La iluminación juega un papel clave en la intervención. Se debe tener en cuenta que en el local se realizarán actividades relacionadas con diversos deportes y tratamientos, por tanto, la iluminación LED que baña la totalidad del muro de vidrio  se configura mediante un mando a distancia con diferentes colores y permite que el local obtenga un aspecto complemento diferente dependiendo de la actividad.