La Casa R&I nació de la ilusión y la valentía de una joven pareja, que entendió la forma de emanciparse como la oportunidad de construir un hogar a la medida perfecta de sus necesidades y a la vez, ocupar y rehabilitar una esquina del casco antiguo de Sant Boi de Llobregat, situados en la esquina que forma el vértice entre la plaza posterior de la iglesia y una calle en bajada. El entrono en esta zona son casas típicas entre medianeras del casco antiguo, mientras que, en el otro extremo del solar, encontramos un edificio plurifamiliar de mayor altura. 
La composición arquitectónica de la casa, viene dada por los factores que definen el entorno, las preexistencias y la intencionalidad de como habitar el carismático y genuino lugar. El desnivel que se genera entre ambos extremos del pequeño solar de sesenta metros cuadrados, define la ubicación de los accesos y el diálogo entre la planta semi-sótano, con el núcleo de escaleras, el acceso principal y la primera planta de la casa. La preexistencia de un edificio de mayor altura en el costado sur de la parcela, nos lleva a situar de forma longitudinal y continua, el núcleo de escaleras en esta medianera, generando un espacio de dilatación entre ese muro ciego y las diferentes estancias de la vivienda, dotándolas así de la mejor orientación en cuanto a iluminación, ventilación y vistas. Por otro lado, la búsqueda de la privacidad, elevando la planta de vida a la zona más alta y alejada de los transeúntes que deambulan por la plaza peatonal, acaba de configurar el programa del edificio. 
El programa de la casa se estructura en tres alturas; una planta semi-sótano que alberga el aparcamiento, una sala polivalente y un baño completo. El primer nivel, donde encontramos los dormitorios privados, una suite con baño propio y dos dormitorios secundarios.  
Las estancias de vida diurna se sitúan en la planta superior, formando un espacio completamente diáfano que alberga la sala de estar, el comedor, la cocina, un aseo y una terraza exterior. Las privilegiadas y tranquilas vistas hacia la plaza peatonal, provocan que la terraza se sitúe en este extremo de la planta, conjugándose con las amplias oberturas hacia la calle colindante con el muro de la iglesia. El elemento escultórico de esta planta, formado por la escalera metálica de acceso a la terraza en planta cubierta; una escalera de hierro negro con peldaños de madera que gira sobre si misma para desembarcar en una sala de pequeñas dimensiones en planta cubierta. 
El aspecto formal exterior del edificio se compone por la utilización de materiales propios de la zona, con un zócalo de piedra rústica de Montjuic, que protege el conjunto del revestimiento de la casa formado por un acabado de mortero blanco. La forma prismática del edificio se conjuga con oberturas de las mismas características, que enfatizan su verticalidad.